3.4 El poder de las expectativas sociales: El Efecto Pigmalión

Tema 3.4 Expectativas sociales e influencia social

El efecto pigmalión, llamado así en honor a Pigmalión (Πυγμαλίων en griego antiguo) -Rey legendario de Chipre y reputado escultor que se enamoró de una estatua femenina de su creación-, es el proceso mediante el cual las creencias y expectativas de un grupo respecto a alguien afectan su conducta a tal punto que se provoca en el grupo la confirmación de dichas expectativas.

En todos los grupos sociales, la tradición cultural asigna normas de comportamiento a las que se espera que se adapten sus miembros. Generalmente implícitas, estas normas imponen códigos de conducta que no es fácil rehuir, por ejemplo, el que una mujer deba tener gestos delicados o que si la familia de una persona es adinerada, entonces esa persona debe vivir en una casa lujosa.

Lo que empieza como una imitación por parte de los hijos de lo que hacen sus padres se convierte en su propio modo de ser. Esto quiere decir que las personas adquieren un rol a partir de los demás, y acaban creyéndolo propio. Se puede decir entonces, que somos lo que los demás esperan que seamos.

En la mitología griega, Pigmalión fue un rey de Chipre que se enamoró de una estatua de la diosa Afrodita. La cultura romana (Ovidio, en su Metamorfosis) reelaboró el mito: Pigmalión, un escultor, fabricó una estatua de marfil representando su ideal de mujer y se enamoró de su propia creación. La diosa Venus –la equivalente latina de la griega Afrodita- dio vida a la estatua atendiendo a las plegarias de Pigmalión. En la tradición educativa, el mito –versión latina- de Pigmalión tiene una fuerte tradición. Desde la obra teatral del mismo nombre de Bernard Shaw (1913) llevada a la pantalla como My Fair Lady (1956) y en la que el profesor Higgins acaba enamorándose de su creación (una chica del arrabal reconstruida, como alumna, en una dama), a la teoría sobre el “efecto Pigmalión” en la escuela, con la que Rosenthal (1968) explica que el maestro actúa convirtiendo sus percepciones sobre cada alumno en una didáctica individualizada que le lleva, constructiva o destructivamente, a confirmar esas percepciones.


Este mito sirvió de título al libro “Pygmalion in the classroom” que el psicologo Rosenthal escribió para demostrar la influencia de lo que pensamos de los alumnos en su desarrollo intelectual y rendimiento escolar.

En los experimentos de Rosenthal, se informó a los profesores de la capacidad intelectual de unos niños a los que se les habían pasado algunos tests de inteligencia.

Aunque todos los niños tenían un nivel similar, a los profesores se les informó falsamente que un grupo de ellos tenía un potencial elevado para el trabajo escolar, y que por ello dichos alumnos aprenderían más rápidamente.

Meses más tarde, se sometió a los niños a nuevas pruebas de inteligencia.

Sorprendentemente, los niños a los que (falsamente) se consideró con más potencial, obtenían mayor puntuación en estos nuevos tests de inteligencia. Es decir, se habían desarrollado más, aunque todo el grupo había recibido la misma instrucción.

La interpretación que dio Rosenthal a los resultados de este experimento es que los profesores esperaban más de esos niños (ya que se les informó que eran más capaces), es decir tenían mayores expectativas, y esos alumnos intentaron llegar al nivel que el profesor esperaba de ellos.

A este fenómeno también se le llama de la “Profecía Autocumplida”.

Los profesores competentes suelen tener altas expectativas respecto al aprendizaje de sus alumnos, porque estos pueden responder de manera mas positiva si perciben que pueden superar el reto que el profesor les marca.

Los padres “suficientemente buenos” (expresión que utilizan algunos psicólogos, para señalar que los padres perfectos no existen) dan nuevas oportunidades a sus hijos, considerando el error como la parte inicial del aprendizaje.

De esta manera es más probable que la imagen ideal del niño que pacientemente han esculpido cobre vida y se vuelva realidad.

Ejemplos [editar]

  • Un jefe entra en la oficina donde están sus trabajadores y observa a uno de sus subordinados, al que aprecia mucho. El jefe no se da cuenta pero entra con una sonrisa de lado a lado y además habla con un tono amigable y le ofrece tareas que fomentan el crecimiento intelectual. Hasta este momento el subordinado no tenía ningún sentimiento (ni bueno ni malo) hacia su jefe, pero ante estos estímulos es más sencillo que él comience a sentir amistad por su jefe. Sin darse cuenta el jefe, el resultado de la relación entre él y su colaborador ha llegado a la situación que tenía en mente el jefe pero que ha sido favorecida por acciones propias que no ha observado pero que ha realizado realmente.
  • Por otro lado también existen efectos de Pigmalión con el mismo resultado (se consigue el fin que se tiene en mente) pero de tónica negativa. El jefe no aprecia a un subordinado aunque no sepa cuál es la razón para ello. El subordinado no tiene ningún tipo de opinión sobre su jefe. Cuando llega el jefe lo hace con cara agria, tono imperativo y le asigna tareas que están muy por debajo de la capacidad de su colaborador. El subordinado tiene más probabilidades de acabar realizando sólo ese trabajo pues recibe estímulos que le dirigen hacia esa situación. Al final el jefe dice "Sabía que no podía dar más" sin darse cuenta de que muchos signos que recibe el colaborador son creados por el jefe de forma velada incluso para él mismo.
  • (Basado en un experimento real): Se forma una clase de colegio con alumnos iguales, sin diferencias intelectuales, todos capaces de realizar la misma tarea con resultados similares (aprobar el curso). A un profesor se le saca de clase, y se le dice qué alumnos tienen una capacidad más elevada de la media, y un gran futuro. También se le dice que ciertos alumnos tienen una capacidad más limitada que la media, y que no llegarán muy lejos. Todo ello en realidad es mentira, pero al finalizar el curso se observa que aquellos alumnos de los que se esperaba un alto rendimiento lo tuvieron, y aquellos de los que se esperaba un bajo rendimiento tuvieron unas calificaciones mediocres. Ha ocurrido el efecto Pigmalión. El profesor ha tratado de forma diferente a los alumnos de los que esperaba un alto rendimiento, preguntándoles más en clase, retándoles con desafios intelectuales. Los alumnos que se consideraban más atrasados se les ignoraba y no eran estimulados.

Tomado de:

De Wikipedia, la enciclopedia libre

http://www.psicologoescolar.com/ORIENTACIONES_GRATIS/114_lo_que_el_efecto_pigmalion_nos_ensena.htm

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EVIDENCIA DE APRENDIZAJE :

1) Ver el video sobre el efecto pigmalión:

http://mx.youtube.com/watch?v=iPqoNTwCVxU&feature=related

2) Hacer una presentación PPT sintetizando y explicando las ideas básicas de dicho video, que sirva de ayuda educativa para profesores y padres de familia

Variante: proyectar el video mismo.

(En ambos casos se ha de presentar por escrito al docente una síntesis de las ideas desarrolladas en el video)

3) proyectarla a por lo menos tres adultos (padres o educadores)

4) luego de la proyección o presentación del tema, recoger la impresión de los adultos invitados sobre el tema desarrollado. Puede ser a partir de algunas pocas preguntas. Orientar hacia la definición o redefinición de pautas del adultos para la relación constructiva con los niños. Incluir tales reflexiones de los adultos ene. Informe escrito.